Testimonios
En esta sección se pueden apreciar experiencias de familias que han pasado por este colegio.
Isidora Fernández
“Estuve en este colegio por 9 años y puedo decir que fue un lugar en donde gracias a sus docentes, centro de estudiantes y actividades, pude aprender, desarrollar e impulsar habilidades/talentos que me convierten quien soy hoy en día. Ayudaron a dar dirección a mi vida y guiarme hacia mis sueños y metas.”
Rocío Gallegos
Uno de los lugares más importantes que he conocido es el Colegio. En él he aprendido, gracias a personas excepcionales, diferentes disciplinas, el valor de la amistad, el cariño, el respeto y la fe; que han marcado cada paso y decisión que he formado.
Sin duda, me alegra saber que este hermoso hogar sigue creciendo y mejorando para otorgar a cada estudiante una experiencia única y nutritiva como la que me entregó.
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Estudiantes de educación básica con su profesora de música.
Celia Verdejo
Soy parte de esta comunidad educativa hace ya más de 18 años. Mis tres hijos se han educado o están educando en este establecimiento. Tomé la opción al comenzar su proceso escolar porque quería que fueran educados en la fe, y con el andar de los años decidí dejarlos porque poco apoco me di cuenta de que es una comunidad que forma niños y niñas de bien, con valores y proyecciones hacia el futuro. Donde se les entregan todas las herramientas y conocimientos necesarios para desarrollarse en el ámbito académico y personal.
Lo recomendaría por la experiencia obtenida con mi hija mayor, salió del establecimiento a enfrentar su futuro, salió empoderada detrás de sus ideales a estudiar y a trabajar por ser un aporte a la sociedad y sobre todo a superase a sí misma.
Lo recomendaría además porque veo a mis hijos seguros, felices desarrollándose y educandos en un ambiente tranquilo donde forman lasos afectivos no solo entre sus parares sino también a nivel de profesores donde ellos los perciben como guías a los cuales quieren y respetan mucho.
Para mí y mi familia es muy gratificante pertenecer a este colegio, principalmente porque dentro del establecimiento nuestros hijos pudieron cultivar y fortalecer sus valores, junto a una enseñanza católica que era capaz de proteger y apoyar en los momentos más complejos que ellos viven antes de transformarse en adultos. Ser parte de la comunidad mercedaria significa también preocuparse no solo por nuestra familia directa, sino que también por las personas que nos rodean, esto lo hemos observado en la preocupación que tienen sus profesores con nuestros hijos, quienes son capaces de orientarlos y guiarlos en sus decisiones futuras, de esta misma manera podemos ver que no solo el cuerpo docente se preocupa de nuestros pequeños, sino que también las tías que mantiene este colegio, las cuales con un pequeño gesto como saber el nombre de los estudiantes marcan una diferencia que nosotros no habíamos vivido en otros colegios. Ser parte de la comunidad educativa es entender que cada estudiante es tan valioso como el otro.
Recomendaría esta institución, por su calidad humana y principalmente porque nuestros hijos pueden desarrollar todas sus habilidades blandas que para el día de mañana van a necesitar no solo en sus estudios, sino que en sus vidas como profesionales.
